En nuestra sociedad, la convivencia con mascotas se ha convertido en algo habitual. A veces no somos conscientes de que uno de los peligros para nuestros animales puede ser el propio entorno. Dejar un producto químico a su alcance, dejarles en lugares con acceso a aguas residuales e incluso a restos de comida, por ejemplo, puede conllevar un gran riesgo. En este artículo os hablaremos de los síntomas de envenenamiento animal y el procedimiento de actuación.

A modo de introducción sobre el término de envenenamiento:

Consideramos veneno a cualquier sustancia que pueda penetrar en el organismo del animal en cantidad suficiente para alterar su salud e incluso provocarle la muerte. La vía más común de envenenamiento es la oral, aunque también se ha de considerar la inhalatoria e incluso la percutánea.

Es más frecuente el envenenamiento en el perro que en el gato, sobre todo en cachorros. Los gatos tienen un apetito más selectivo, lo que hace que desconfíen ante sustancias desconocidas. Sin embargo éstos suelen afectarse más que los perros ante un envenenamiento, porque tienen mecanismos metabólicos menos eficaces que los perros para neutralizar los venenos.

Tanto perros como gatos pueden envenenarse indirectamente al comer ratones o aves que hayan sido envenenados previamente.

Síntomas de envenenamiento animal

Lo ideal es tener la constancia (lo has visto) de que ha consumido el veneno. Pero eso no siempre ocurre y por lo tanto, ante la aparición de sintomatología multisistémica de aparición brusca, siempre deberemos sospechar de un posible envenenamiento.

Entre los síntomas de envenenamiento animal más frecuentes están los vómitos, la diarrea, salivación excesiva, respiración dificultosa, mareos, hemorragias e incluso el coma. En los casos más graves, un grave envenenamiento puede suponer una muerte demasiado rápida para ser detectada y tratada.

Y ¿con qué productos puede intoxicarse un Perro o un Gato?

Los podríamos agrupar en tres grandes grupos: alimentos, fármacos y sustancias tóxicas. Así, productos de consumo humano tan habituales como las uvas, la cebolla, el ajo, el chocolate, el café o el té pueden causar una intoxicación en el animal. Fármacos de uso corriente en humanos como la aspirina, el paracetamol o el ibuprofeno pueden causar cuadros graves e incluso fatales. E incluso fármacos veterinarios, si no se administran en la dosis correcta o en la especie adecuada pueden provocar problemas importantes.

Capítulo aparte, son los productos tóxicos “per sé”:

  • Los ácidos: productos limpiadores de piscinas o inodoros, antioxidantes, líquido de baterías de coche, etc.
  • Álcalis: amoníaco, limpiadores de hornos, etc.
  • Productos corrosivos como la lejía.
  • Productos blanqueadores o derivados del petróleo.
  • Etc.

Además, no podemos olvidar los envenenamientos de animales con sustancias como el hachís, la marihuana, la cocaína. Así como plaguicidas, pesticidas, raticidas, molusquicidas y otros productos, habituales en zonas rurales.

envenenamiento animal

 ¿Cómo actuar frente a un envenenamiento animal?

Solicitar ayuda veterinaria lo antes posible. Lo más recomendable es llamar al veterinario especialista para explicar lo ocurrido y que así nos puedan dar las instrucciones pertinentes. Así daremos margen para que esté todo preparado en el Centro Veterinario a nuestra llegada. Estar atentos ante los síntomas de envenenamiento animal puede salvar la vida de tu mascota.

NUNCA ocultar información real de lo ocurrido.

Si no podemos acceder a un servicio veterinario, podemos contactar con el Instituto Nacional de Toxicología, siempre y cuando tengamos la certeza de conocer lo que ha ingerido nuestro animal. Si no es así, no podrán ayudarnos demasiado.

Entre las medidas que nos pueden ayudar hasta que reciba asistencia veterinaria (siempre que así nos lo indiquen), se encuentran:

A) Si el envenenamiento se ha producido en la última hora, tenemos varias opciones:

  1. Inducción del vómito:
    • Siempre que no haya ingerido una sustancia ácida o corrosiva, y que el animal esté consciente.
    • Agua oxigenada: 1 parte de agua oxigenada por 2 de agua, a ser posible con una jeringuilla por la comisura bucal (unos 5 ml. de disolución para un animal de tamaño mediano). En pocos minutos se producirá el vómito. Podemos repetir la dosis una vez más si el vómito no se produce a la primera.
    • Solución saturada de sal (puede añadirse o substituirse por mostaza).
  2. Cápsulas de carbón activado: siempre que dispongamos de ellas en nuestro botiquín y que el animal esté consciente. Podemos administrarlas como primera opción o tras haber provocado el vómito.
  3. Otros remedios caseros para neutralizar tóxicos:
    • Si se envenena con ácidos: Bicarbonato (1 cucharada en 5 ml).
    • En caso de álcalis: Vinagre (4 cucharadas en medio vaso de agua).
    • En situación de envenenamiento con fenoles o corrosivos: administrar agua.
    • Ante envenenamiento con derivados del petróleo: dos cucharaditas de aceite de oliva o parafina líquida. A continuación administrar leche o clara de huevo.

B) Si el envenenamiento se produjo hace más tiempo:

  1. No suelen funcionar las medidas paliativas temporales que podamos practicarle a nuestra mascota, puesto que lo más probable es que el veneno ya se habrá absorbido. En este caso, lo mejor es acudir lo antes posible al veterinario, dónde se le realizarán las actuaciones pertinentes:
    • Valoración del paciente y estabilización de constantes vitales.
    • Garantizar vías aérea e intravenosa.
    • Descontaminar adecuadamente: baños, lavados gástricos, etc.
    • Aplicación de antídotos, en el caso que corresponda (Atropina frente a insecticidas organofosforados, etc.).

La tenencia responsable de una animal de compañía conlleva, además de la gran satisfacción de compartir parte de nuestras vidas, el velar por su salud y bienestar. Por lo tanto, una de nuestras obligaciones como propietarios debe ser el procurar mantener a nuestras mascotas lejos del alcance de productos potencialmente tóxicos. No debemos medicarlos si no es bajo prescripción veterinaria y con las dosis adecuadas. Y, por último, debemos darles una alimentación acorde a sus necesidades, y no a las nuestras.

Si notas síntomas de envenenamiento animal en tu mascota no dudes en llamar rápidamente a tu veterinario.

¡Hacedlos más felices! ¡Seamos mejores personas!

Escrito por: Carlos Escueres Licenciado en Veterinaria por la Universidad de Zaragoza. Es profesor en el Curso de Auxiliar Técnico de Veterinaria de Escola d’Oficis Catalunya.